
Si bien se convirtió en la compañía con peor rendimiento en sus acciones tras finalizar el tercer trimestre con una pérdida de alrededor del 34% según el fulminante índice S&P 500, Twitter sigue llevando adelante su política de eliminación de trolls y cuentas que considera contaminantes para su agencia de publicidad. A decir verdad, Jack Dorsey prefiere a quienes puedan monetizar en las promociones que las empresas realizan y dejar de lado a quienes sólo insultan.
Esto logra que sean usuarios reales que completen sus datos personales, principalmente su fecha de nacimiento y ubicación, de manera tal que la segmentación sea los más certera y fiel posible, logrando exitosos resultados en las campañas. Según pudo saber el portal especializado, esta vía de monetización es la principal para Twitter: en 2017 supuso el 86% de sus ingresos y es más escalable que la segunda.
A su vez, Twitter tiene la mayor parte de sus contenidos abiertos, públicos e indexables. La empresa vende licencias de todos estos datos públicos a muy pocas empresas, que con sus propios desarrollos de algoritmos hacen minería de datos para hacer estudios sobre respuestas de los consumidores.
Aparte de la optimización de la segmentación, últimamente también se han tomado más medidas para aumentar los ingresos. Por ejemplo, las polémicas medidas de recortes a las aplicaciones de terceros, pensadas para reorientar a sus usuarios a los clientes oficiales y la web, donde sí se muestran todos los patrocinios tal y como Twitter quiere.