
En realidad no es una idea original de Jan Poope, sino que viene de un dispositivo italiano de uso médico que sí fue testeado y aprobado.
'Audiopill' es una remake de Sirio.
Sirio utiliza esa misma tecnología de ultrasonidos con fines terapéuticos para acelerar el proceso curativo en ciertos pacientes con dolencias gastrointestinales.
Cuando los pacientes utilizan Sirio, experimentan ciertos sonidos y estímulos en su interior. La idea de Poope gira vertiginosamente 180 grados al utilizar el mismo concepto tecnológico pero para provocar experiencias y músicas directamente desde el interior del cuerpo.
Audiopill from Jan Poope on Vimeo.
El problema es cuando el dispositivo llega a la región gastrointestinal, algo que ocurre aproximadamente una hora tras la ingestión. Allí, puede provocar que “te arrepientas durante un tiempo de tus ganas de experimentar”, según admite el propio Poope.
El “artista” intentó buscar la aprobación de varios doctores y especialistas en torno a la seguridad del dispositivo, y en todos los casos la respuesta fue similar: “Ni se te ocurra”.
De todas maneras, ya tuvo clientes, aunque representa empíricamente el fracaso: en Indiegogo logró €150 de los €150.000 que pide. La gente demostró nuevamente que no come vidrio y menos esta chatarra.