El sistema operativo móvil más utilizado en el mundo ya se ve opacado por un escándalo gigante. Es un buen negocio para los desarrolladores, sin dudas, pero también para los piratas informáticos. Una investigación destapó el fraude que invoucra a 125 aplicaciones que funcionaban en Android.
El sitio BuzzFeedrealizó la investigación periodística que expone a la red que utilizó más de 100 aplicaciones. En muchas de ellas los destinatarios eran niños o adolescentes, que fueron víctimas de espionaje.
Las apps espiaban el comportamiento de sus usuarios y programaron bots para que imiten los hábitos de los mismos. Generaron falso tráfico en las aplicaciones y en sus sitios webs. El objetivo: Atraer anunciantes y ganar mucho dinero.
Cada una de las aplicaciones recaudó unos 75 millones de dólares anuales en ingresos por publicidad.
Como funcionaba: Una empresa de nombre We Purchase adquiría aplicaciones disponibles en Google Play (tras ofertar a los respectivos desarrolladores) y luego las transfería a empresas fantasma. Así, simulaban ser de diferentes “dueños”, cuando todas eran parte de una misma red.
Antes de publicarlo en el sitio, BuzzFeed lo comunicó a Google, que tomó medidas. La compañía estadounidense informó en su blog que eliminó todas las aplicaciones involucradas en la estafa.
El daño ocasionado, según Google, sería de 10 millones de dólares. Sin embargo, este número hace referencia solo al perjuicio en Google Ads (el sistema de anuncios de la compañía). Si se suman los sistemas publicitarios de terceros, la cifra crece.